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31/7/13

Cajón de sastre-"El caballero de Olmedo" (Lope de Vega)

Crítica de la versión de Mariano de Paco de El Caballero de Olmedo, con Javier Veiga, Marta Hazas, José Manuel Seda, Enrique Arce y Andrea Soto en el reparto, representada en La Corrala del Palacio del Caballero (Olmedo), el 27-07-2013.

"Fatales astas"


"Es 'El Caballero de Olmedo' una de las obras donde Lope de Vega conjuga mejor tradición clásica y modernidad, al poner en escena un triunfador en lides amorosas y caballerescas que sin embargo sucumbe a manos de su antagonista cumpliéndose de esta forma los oscuros presagios que se ciernen sobre él. A la idea clásica del destino trágico que hace que el héroe sufra un castigo que no guarda proporción con sus errores se une la concepción cristiana de la culpa, por la que este personaje deberá purgar por sus malas acciones. En la pieza de Lope, don Alonso incurre en dos errores 'trágicos', a saber: servirse de una alcahueta, Fabia, que medie para conseguir los amores de doña Inés y, por otra parte, confiar en exceso en su bizarría. A sendos errores la preceptiva aristotélica los denomina 'hamartía', y constituyen el motor de la fatalidad del protagonista. Por otra parte la intervención de Fabia para conseguir los amores de don Alonso es una acción inmoral ya que supone engaños y malas artes; el fin, evidentemente, no justifica los medios, y esto, desde la óptica católica merece su reprehensión; es así mismo inmoral la decisión de Rodrigo de quitarse de encima a su contrincante y, preso de envidia y celos, asesinarlo de forma cobarde, por lo que también este personaje tendrá su merecido: el cadalso.
Todo esto plantea una pieza en apariencia sencilla y de fácil comprensión para el espectador. Lo magistral en Lope es, además, el dominio absoluto de la estructura dramática, dosificando sabiamente la tensión del conflicto y dejando en suspenso su resolución, para mantener en vilo al público hasta el final («la solución no la permita/ hasta que llegue a la postrera scena», sentenciaba en su 'Arte nuevo de hacer comedias').

La puesta en escena de Mariano de Paco en esta novena jornada del festival parece no tener muy en cuenta este consejo lopesco optando por mostrar, desde el inicio, los derroteros que tomará la acción, recordándolos a través de símbolos omnipresentes en el decurso de la obra (máscaras de cabezas de toro que se van calzando los actores cada vez que enmudece su personaje); a ellos se unen objetos rojos (madeja, cintas, pintura de manos), indumentaria y montaje negros (una escalera con peldaños decrecientes) y un cortejo fúnebre con el que arranca la acción.

Fotografía: Fran Jiménez
Semejante planteamiento escenográfico, que seguramente persigue potenciar la atmósfera de presagio, resta interés y eficacia dramática, ya que el espectador ya lo tiene incorporado en su retina desde el principio. Otro tanto cabe decir de una acción que acaba resultando monótona a base de sugerir espacios con lanzas doradas y de mantener al elenco 'astado' deambulando a lo largo de toda la obra. Resulta curiosa esta sensación de atiborramiento por desnudez escénica, que acaba incluso neutralizando la interpretación, neutralizando los chistes de los graciosos e incluso el notable verso de los dos galanes, José Manuel Seda y Javier Veiga, el actor más sobresaliente del reparto."
El Norte de Castilla, 29-07-2013, pág.39
[http://www.elnortedecastilla.es/20130728/cultura/fatales-astas-201307281936.html]